En nuestra vida hemos escuchado, comentado o visto alguna vez uno de estos seres, se puede considerar que es el más importante en culturas populares de distintas regiones del mundo. El vampiro, personaje que es conocido desde tiempos inmemorables en nuestra historia, monstruo que succiona la sangre de sus víctimas hasta debilitarlas y por lo tanto causarles una muerte lenta y dolorosa.
Hoy en día se sabe que un vampiro es aquel hombre bien parecido, alto, de piel clara; esto hablando de características físicas. Esto sucede por el cambio y desarrollo cinematográfico como literario que vivimos en el comienzo del siglo veintiuno. La idea que tenemos de estos entes es porque las grandes corporaciones de entretenimiento han pintado esa peculiaridad principal, así como los “best seller” que logran vender las grandes editoriales. Aquellas modificaciones al vampiro se acoplan a lo que actualmente la sociedad quiera ver.
¿Cómo eran estos personajes en su mejor época? ¿Cómo era el principio de este legado de vampiros? Tendremos que remontarnos a hace casi 200 años, cuando Joseph Sheridan Le Fanu, escritor de cuentos de fantasía y misterio, introduciría una idea del vampiro en la literatura con “Carmilla”1, y que años más tarde Bram Stocker escribirá y publicará “Drácula”2, empezando así una especie de culto a este género.
Otro punto aquí es que en la época de los acontecimientos, las personas eran más afectivas ya que se tenía más respeto a la vida, y comprensión mutua. Puede ser el resultado de todas esas escuelas filosóficas y doctrinas escolásticas que abundaban en las personas más pensadoras. Lo que llama la atención es que en la actualidad esta manera de ser, la vemos disímil, será por la cultura distinta que tenemos entre épocas.
Vemos que los vampiros de este período, son bellos, da a entender la exageración de las características de Carmilla en la obra de Sheridan Le Fanu a excepción del Conde Drácula de Bram Stocker en la cual podemos ver un ser decrepito y oscuro, esto siendo una variable similar a la que tenemos en la actualidad como en las novelas del genero pero cada uno acorde a su etapa de auge..
Unas décadas más tarde, se adaptaría “Drácula” y sería llevado al cine con la aparición de “Nosferatu”3, película dada en 1922 y dirigida por Friedrich Wilhelm Murnau, acerca al vampiro a la época y presenta ciertos cambios a este. Con el paso del tiempo, Nosferatu y Drácula se irían transformando distintos el uno del otro, y hoy día se ven totalmente incomparables. Murnau logró una nueva visión al mismo, algo alejada de la primera, pero conservando la esencia.
Es esta transformación la que prevalecería en el Siglo veinte, de seres terroríficos y espeluznantes, con la mínima piedad por quienes se convertirían en su cena, y que harían lo posible por mantenerse en las sombras y evitar ser vistos. Pensemos en ellos como el vampiro clásico y no sería hasta los finales del siglo cuando la idea cambiaría, adaptándose al nuevo mundo que dejarían como consecuencia de distintos sucesos postmodernos y globales.
En lo que va del Siglo XXI, hemos visto al vampiro transformarse brutalmente, quizá como consecuencia de la libertad de expresión que se tiene y la rápida difusión de todo en nuestro entorno. De ser las criaturas fantásticas más temidas en su época, se convirtieron en iconos de la crueldad y la belleza, de la soledad y lo misterioso, eternamente jóvenes con el paso de los años.
Lo que no tiene un cambio es la concepción de inmortalidad, crueldad, así como toda esa maldad del ser humano reflejada en el vampiro, aparte de que nos ven como seres vivos con los que pueden convivir y controlar sus deseos de sangre para mantenerse plenos. Es así como la literatura y cinematografía, lo han modificado, de una forma que no a todos sea su gusto pero al fin y al cabo es una evolución requerida para adaptarse al consumismo moderno.
Podemos argumentar que estos seres logran identificar a distintas sociedades, con el pasar de los tiempos se han creado diversos estereotipos de vampiros, siendo que estos han pasado por un desarrollo y adaptación en mucho medios de entretenimiento, probablemente si estas criaturas existieran causarían un terror global y no sólo se escribiría de ellos aunque sean bien parecidos como muchos autores los describen.
Todo esto da a entender que los vampiros tanto viejos como actuales van tomados de la mano aunque el tiempo los haya separado, siendo que han crecido por distintos caminos, todos se hallan englobados en esa misma idea y características, evolucionando junto a la época. Para muchos de nosotros los vampiros no perderán la esencia de “los chupadores de sangre”, aunque así ya no lo sea hoy.
Citas/Referencias:
1.- Murnau. F.W. (Director), Galeen. H. (Guionista), (1922), “Noferatu”, Alemania, Jofa-Atelier Berlin-Johannisthal. Prana-Film GmbH.
2.- Rociosanchez1942 (Usuario de Wattpad), (2014), “¿Por qué los vampiros necesitan beber sangre?”, recuperado el 17 de Abril del 2018, de: https://www.wattpad.com/75743759-%C2%BFpor-qu%C3%A9-los-vampiros-necesitan-beber-sangre
3.- Sheridan Le Fanu. J. (1872), “Carmilla”, Reino Unido In a Glass Darkly
4.- Stocker, Bram, (1897), “Drácula”, Londres, Reino Unido. Constable & Robinson,